Cuando entres en duda elígete a ti. En tus momentos de mayor debilidad elige amarte más fuerte.


No escatimes en quererte. El amor propio es un estado de aprecio por una misma que crece a partir de acciones que apoyan tu crecimiento físico, mental y espiritual. Cuando expandes tu amor propio, aceptas mucho mejor tus debilidades y tus fortalezas, desarrollas compasión por ti misma, te centras más en tus propósito y valores, y confías en que la realización de tu vida vendrá través de tus propios esfuerzos.